Porque soy mujer
Soy el eco del silencio, mi voz resuena a través de las montañas,
del agua cristalina que queda atrapada en el subsuelo y de la que alegremente corre por riachuelos,
como si quisiera lavar y purificar las afrentas e injusticias que en mí se han cometido a lo largo del tiempo.
Mi grito resuena en las cascadas y queda ahogado en la pesadez y quietud de los lagos;
otras veces, atraviesa llanuras, sierras, desiertos, océanos y queda a merced del viento;
cuando se esconde temerosamente en alguna nube que se cruza en el camino,
su grito se convierte en un torrente de lágrimas que riegan los campos,
permitiendo que germinen y florezcan los colores, sueños y esperanzas.
Soy hija de la tierra,
el barro moldeo mi cuerpo, y de acuerdo a las santas escrituras,
fui hecha a imagen y semejanza del todopoderoso;
¡recibí el nombre de MUJER!
El soplo de vida me lo confirió la costilla que se extrajo de mi compañero;
del hombre que supuestamente debía caminar a mi lado,
cuya complexión le permite protegerme,
¡NO castrarme, ultrajarme, lacerarme y apagar mi voz!
Se me atribuye haber inducido a Adán para que cometiera el pecado original,
el que por mi culpa se haya perdido el Paraíso Terrenal,
como consecuencia recibí el castigo de parir con dolor a mis hijos,
abriendo mis caderas y regando con mí sangre su camino a la vida.
Remoto mi pensamiento a la cuna de la civilización de la humanidad,
donde muy poco peso político, económico y social tuvo mi existencia.
Reencarné en Juana de Arco, y aunque sólo viví 19 años,
me llamé visionaria al recibir luces de Dios.
Luego mi voz se dejó escuchar a través de la pluma magistral de Sor Juana Inés de la Cruz.
Para saciar mi sed de conocimiento en el siglo XVII,
debí ocultar mi apariencia femenina, ¡cortando mis cabellos! jamás mis ideas.
Mi voz, mi rostro ha tenido diferentes matices, culturas y colores,
siempre buscando la EQUIDAD, el respeto, la tolerancia,
valores fundamentales para sobrevivir en un mundo manipulado por el poder y androcentrismo.
Soy el rostro de las primeras sufragistas,
que fueron golpeadas, mancilladas y encarceladas
por exigir un trato igualitario y el derecho de votar y ser votadas.
Soy la faz de esas mujeres que en pleno siglo XXI,
su cuerpo sigue siendo flagelado y mutilado por la ablación genital.
Soy el grito ahogado a través de la vestimenta llamada “burka”,
que esconde los miedos y torturas que ha sido sometida la mujer por el sólo hecho de serlo.
Soy todas las féminas de Ciudad Juárez,
mujeres desaparecidas cuyo único delito es el no poder defenderse.
Soy la mujer fuerte y decidida de la etnia tarahumara,
que extiendo mi mano clamando “corima” a mi hermano.
Soy el ama de casa, la hija, la amiga, la hermana; la profesionista, la artesana.
La que lucha día a día, hombro con hombro,
por una vida más plena más justa, más humana.
Soy la mujer que vende su cuerpo,
que lleva comida a casa a cambio de compartir la cama.
Soy la mujer herida, golpeada, maltratada, humillada.
Hoy alzo mi voz y digo “Nunca más”,
y tengo la esperanza de que por fin “mi voz será escuchada”
Miscelanea
Empatía
El dolor de una amiga,
es dolor que taladra
es dolor que aniquila,
es dolor que quebranta
Es un corazón roto,
es nostalgia en el alma
es mirada ausente,
lágrima a flor de piel
Es tristeza, melancolía
es nostalgia depresiva
El dolor de una amiga
me ha dejado perpleja
al no encontrar palabras
que logren sanar su herida.
El dolor de una amiga
solo lo cura el tiempo
van cerrando las lesiones
dejando las cicatrices
de las penas infringidas.
El dolor de una amiga
es aflicción que lastima.
Juego utópico
¿Jugamos? -Traeré mis fusiles
Tú trae la muñeca
-Yo me iré a la guerra
Tú esperas en casa
-Atacaré enemigos
mientras cocinas y planchas
-prepararé emboscadas
tú atiendes los niños
-llevaré municiones, tu limpia la casa
De pronto la niña
Se erige en su asiento
- ¡Ese juego no! - ¡no quiero matanzas!
Quiero que juguemos
A ser los doctores, que curan dolores
A ser ingenieros, que construyen puentes
A ser los científicos, grandes inventores
que salvan el mundo, de las injusticias
de los sinsabores
Que somos políticos, nacidos del pueblo
cuidando a la gente
¡Acabando con las corrupciones!
El día se acaba y la noche llega
el niño y la niña se van a dormir
en el inconsciente afloran los sueños
un mundo de magia, ¡van a construir!
Reencuentro
Soy producto de la evolución
de la fusión, de la historia
suenan en mis oídos voces cacofónicas
a través de los siglos.
Reconozco mi unicidad
la dualidad de pensamientos y acciones
lo infinitamente pequeña ante el universo
lo inmensamente grande de pensamiento.
Cual simiente de gozo fui sembrada
broté de las entrañas de la tierra,
el sol, la luna y la lluvia me bañaron
el viento, la brisa y la bruma cobijaron.
Enfrento luchas titánicas
con mis propios demonios e inseguridades
consciente estoy de mi fragilidad humana
de lo efímero del tiempo.
He visto que golpes endebles
han derribado al más fuerte roble
huyo de la mezquindad y amargura
de labios ociosos que profesan y destilan hiel.
Soy fortaleza, vitalidad, portadora de vida
formo parte de los ciclos de cambios de la naturaleza
fui primavera, verano, hoy gozo del otoño,
espero vivir un cálido invierno.
Utopía
¿Dónde?
¿Dónde está esa efímera felicidad?
Cuando creo tenerla atrapada
se disipa como agua escurridiza entre mis manos
¡La busco! ¡la encuentro!
y vuelve a agazaparse en el olvido.
¿Será acaso que prefiere buscar eco en los sueños?
¿Tejer esperanzas con hilos de nubes acorazadas?
¿Construir quimeras de ilusión?
¿Quizá percibe que la realidad no tiene un mundo mejor?
Veo con tristeza, cuántas adolescentes arrastran un niño
fruto del cariño, violación o atropello
en su rostro se dibuja un rictus de amargura
en su cuerpo y alma llevan impreso el sello de abandono.
Cuando miro al pedigüeño mendigando una moneda
con su cuerpo encogido, compungido
con un semblante de tristeza, desaliento
porque sus necesidades básicas no alcanzan.
Al enfermo que sufre de dolores
La carencia de medicina, de doctores
fe quebrantada, ilusiones rotas
¡Sin esperanza, sin aliento, sin mañana!
¿Dónde está el paraíso prometido?
¿El jardín del edén, la alegría y sueños compartidos?
Madrecita
Aquí está mi madre, sentada a mi lado
hablando de cosas, tocando mis manos,
lo que más añora, lo que más disfruta,
es volver a reconstruir su pasado.
Habla de sus logros, y de sus esfuerzos,
de grandes amores que le acompañaron,
de muchos esfuerzos y de tantas lágrimas
por tantos amores que la vida le ha arrancado.
Tiene en su casita, una galería,
fotos del pasado, recuerdos del ayer,
pero en cada uno de ellos, hay tantas historias,
que a la gente gusta de hacerle saber.
Yo cierro mis ojos, y vivo sus sueños,
recreo los momentos, revivo su ayer,
me invento los guiones y los personajes
les busco colores y pongo ropajes,
y veo a mi madre, niña y joven otra vez.
Eso y muchas cosas hago yo a su lado
a veces reímos a veces lloramos,
hablo de mis hijos y de mi trabajo,
le cuento mis sueños y mis añoranzas,
y le doy las gracias porque en sus entrañas,
formó a esta familia con todo su ser.