Beatriz Barsanti
Nationality: Argentina
Email: beatrizbarsanti@gmail.com
Nationality: Argentina
Email: beatrizbarsanti@gmail.com
Beatriz Barsanti
Beatriz Barsanti, argentina, residente en Villa Adelina . Ptdo.de San Isidro (Pvcia. de Buenos Aires).
Profesora de piano, de danzas folklóricas, de idioma italiano, martillera y corredora pública.
Escribo poesía desde los cinco años. A partir del 2010 he concurrido a talleres literarios. Integré varias antologías y recibí premiaciones. Integro desde hace tres años el jurado de poesía de la Asociación Sciliana Zona Norte. Actualmente escribo poesía, cuento corto y cuentos infantiles.
Regres
Cuando todo se calla, cuando todo enmudece
se abren celosías en mi cuerpo estrellado,
un capítulo nuevo de silencios en calma,
un discurso entendible de la mente y el alma.
La música de siempre en un tono infinito,
la radio en dos por cuatro, bebiendo soledad,
limitará un espacio de lentas confidencias
que atraerán tu figura y borrarán tu ausencia.
Desde el charco en que un sapo capturará planetas
fingiré que la noche tiene más de ocho horas
y en la cómplice magia de una cita oportuna
bailaremos un tango, mientras dure la luna.
Celebraré esa fiesta con un dial renovado
y el tango y la milonga danzarán por el patio,
entrarán por la puerta. Estrenaré manteles
y haré colgar faroles en todos los dinteles.
Repetiré el encuentro cada noche callada
y te estaré esperando resistiendo a la vida
porque sé que vendrás en la paz del regreso
y fantasmas que somos, nos daremos un beso.
Un niño abandonado
Con la cara sucia, la panza con ruidos
con el miedo a cuestas, el niño suspira.
En una vigilia que acumula tiempo
espera en vano
¿por qué lo dejaron?
¿por qué no lo buscan?
El mundo está quieto. Sin voces, sin viento, sin brisa
Solo él. Muy solo. Muy solo en el centro de ese mundo quieto
inerme gravita
Lo que no hace mucho era simple asombro
ahora es misterio, amenaza, hambre,
Herida, vergüenza, exclusión que hiere
El niño que sufre: se doblega, gime, suplica un mendrugo,
aprende un idioma. Aprende y olvida
Y sin darse cuenta se sume en la sombra
de días opacos y de largas noches.
Toda la tristeza se cuela en su cuerpo:
abrupta, implacable, decanta de a poco
(lo va doblegando, lo va sometiendo)
va cayendo dura, como un rocío
de espinas punzantes, hasta el fondo mismo
de la misma vida
y sin más remedio sigue su camino el niño vacío
el niño que tiene
la infancia perdida
Mujer
amor de distancia, amor de viento
herida sin costura
soy recuerdo y olvido en una mente intacta
donde se cuela el frío enajenada
desbordo vida por los ojos
y no dejaré de gritar
hasta el último límite vocal
la pasión circula por tanto surco abierto
se estrangula se seca
y vuelve a licuarse en el río de mis venas
en la noche madura
loca loca
(con la propia locura que me envuelve)
loca de amor
loca de vida
mujer en llamas
ardiente
ardida