Juan Pablo Ibarra Contreras
Nationality: Chile
Email: juanpabloibarracontreras@gmail.com
Nationality: Chile
Email: juanpabloibarracontreras@gmail.com
Juan Pablo Ibarra Contreras
Mi nombre es Juan Pablo Ibarra Contreras, nací el año 1997, el 10 de Abril, en la comuna de Peumo en la 6ª región de Chile. Curse mi enseñanza básica en la Escuela G-112 de La Cabada. Mi enseñanza media la curse entre los años 2011 a 2014 en el liceo Francisco Antonio Encina Armanet de Las Cabras. Entre los años 2015 y 2016, dedique mi tiempo a trabajar en el almacén de mi Madre. El año 2017, entre a la Universidad Viña del Mar a estudiar psicología, y por lo tanto tambien a vivir en Viña del Mar. Escribo poesía desde niño. Mis libros son los siguientes: Las Artes de la Tormenta, Naufragio de las Estrellas Ocultas, Sublimacion en Cautiverio y Tuniversoy. Que en conjunto conforma un solo libro titulado: La Encrucijada Auroral. Todos estos inéditos todavía.
EL RITUAL DE LAS MÁSCARAS
…Sobrecogiéndose desde la infinidad
que alza las realidades que se soplan
del contenido de la vida/ del destino/
danzando de todas las cosas/ Mírame
desde tus tímidos misterios/ esos que
desde el odio al amor no nos entregan
ni una sola hoja de sus rastros/ Vamos
así a entregarnos al mandato de la limpieza
qué no se malgasta/ pues es como esa
zona que queremos poblar y que no
sabemos cómo ubicar/ aquí hay entonces/
agua para tu sed y pan para tu hambre/
Estamos en la hora/
Ya es la hora de las rompientes y la hora
de sacrificar las máscaras/ en el ritual de
las máscaras pocos vuelven al territorio
en que nuevamente Dios está incitando
al ser/ al puro ser del entregarse/ de ese
entregarse/ sobrecogiéndose en la plena
infinidad de su oscuro destello emérito…
LAS ENGORROSAS CUMBRES
Nunca se detiene la vida,
llevándonos a su fiable compañía hasta las cumbres
del mar, hasta las engorrosas cumbres del mar, en
donde es allí que lo suyo que recupera lo suyo el mar,
pero para que en las próximas posteridades, lo sacro,
en equidad repartido sea. Y provienen desde allí, desde
las enigmáticas clavículas de las cumbres del mar, de las
engorrosas cumbres del mar, provienen sí, y es porque
del amor del mar provienen sí, todas las vidas, todos
los mundos, todas las cosas, porque la vida no se detiene
nunca en la vida. Y vean entonces, cómo la indestructible
luz emergida desde el fondo del océano infinito del
silencio, nos viene empapándonos nueva y nueva
nuevamente con todos los desatados éteres sutiles
de las cumbres del mar, de las engorrosas cumbres
del mar. Y vean entonces, cómo la indestructible luz
emergida desde el fondo del océano infinito del
silencio, nos viene conllevándonos hasta aquí y a ti y
a mí y contigo y nosotros, hasta la terca confrontación
de las cumbres del mar contra las cumbres del mar.
Para ver traspasadas a todas, para ver trituradas a
todas, a todas las letras, a todas y cada una de las
letras de todos los vocabularios, para que allí entonces,
las cumbres del mar, las engorrosas cumbres del mar,
ya adventicias, y ya saciadas, y ya alejadas de todos
los deteriorados escupitajos terrenales, sigan y sigan
cabalgando sin soltarse jamás de las riendas indoblegables
de la vida, porque nunca, nunca, nunca la vida se detiene.
Y abrid entonces tu alma, totalmente, para dar recibimiento
en ti, al renovado curso de las flechas de la salvación.
LAS SAGRADAS DESOLLADURAS
Y cuando se nos salga el alma, y cuando
se nos escape el alma, para ya no conceder
ningún quebranto más, porque había algo
más allá de todas las roturas sin equivalencia,
porque había algo sin nombre, algo que no
se rompe tan fácilmente y que nos agarró el
alma nuestra, cuando esta se nos escape ya,
y sea todas las cosas sonoras, y la influencia
de una humanidad desnuda enteramente
desnuda que se clisa toda y cada una de
sus espátulas abrirá a los desencajados ojos
estupefactos que yacen en las profundidades
de lo puramente silvestre y que nos miran,
y que saben que cuando se nos salga el alma,
y el alma saliéndosenos se tope y bese con
lo que al final no se rompe, y que más allá
de todas las cosas no puede romperse,
porque es el amor, es el amor transpersonal
el que abrirá para siempre a los etéreos ojos
que se vacían estupefactos, y saliéndosenos
ya el alma, entrará en la visión de esos ojos,
desbordándonos de la descollante visión
de la Naturaleza, que nos desollará de amor.
LA ELEVACIÓN DEL COSMOS
Y allí en donde los perdidos se encuentran y
todos los misterios se revelan, allí se nos dio
vuelta entonces el mundo. Y no olvidaremos
jamás cuando se nos dio vuelta el mundo. Y
nuestra alma se abrió al mundo como una flor
echando sus raíces en medio de las ruinas. Y
nuestra alma se abrió al mundo como una flor
echando sus raíces en el vacío, en el vacío de
Dios, en el vacío en que la luz nació en todo
y desde todo y reventándonos nuestras carnes
que sobre nuestro andar se miraron en todos
los nuevos horizontes que las nubes del vacío
nos proliferaron deseándonos. En esa noche,
la noche en que todos los perdidos se
encontraron y todos los misterios se revelaron.
Cuando tú sin querer te perdiste. Cuando tú
sin querer te encontraste. Cuando tú que
soñando y sin siquiera abrir tus ojos, miraste la
elevación de la noche del cosmos y la noche de
la elevación del cosmos, como por la ventana de
un bus, de un avión, de un barco o de una casa.
SINFÓNICOS RELÁMPAGOS SE AVECINAN
Y no desaparecerá la presencia de nuestros
sueños en el mundo. Y por donde pasaron,
y por donde pasaron habitando las ausencias
que se enmudecen, porque tus ojos pasaron
tocando y tocando pasaron tocando sus vidas
y sabiendo que ya jamás nunca la presencia de
nuestros sueños desaparecerá del mundo. Y
nuestros cuerpos vaciándose por el callamiento
esencial y se desprenderán así hacia el mundo
este, el mundo del que ninguno de nuestros
sueños desaparecerá ni cuando el Big Bang
se desate vociferando lo que callamos, y tal
como la Naturaleza surge y se manifiesta en
las acequias que se formaron por los sueños
suyos y vuestros y que no desaparecerán de
las acequias que formaron tus ojos cuando
tus ojos por ellos pasaron y tocaron la suya
la sinfonía de los relámpagos, y se avecinaron
en nosotros como el vaciamiento de las lágrimas
de las que la sinfonía de los relámpagos toca
al mundo del que no desaparecerán nuestros
sueños y así, y como solo tus ojos pasaron por
ellos de las todas las cosas y que se desprendían
como el vaciamiento de todas las lágrimas que
azules brotaron desde el aparecer más vivo y
más que vivo de las sinfonías de los relámpagos
y como los sueños nuestros que no desaparecerán
ya no más de la presencia del mundo, y solo
porque tus ojos su amor desataron en la
presencia de nuestros sueños alabando
la sinfonía de los relámpagos que con sus
mareas nos han devuelto el pronunciar
de vuestras mareas ya con suma claridad.