Marcos Morán Perera
Nationality: Cuba
Email: marmorper04@gmail.com
Nationality: Cuba
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Marcos Morán Perera
Nace Marcos Morán Perera (1) en un pequeño poblado de la provincia oriental de Cuba, en las cercanías de la Sierra Maestra de la Isla. Luego de cursar allí sus estudios primarios, sus padres lo envían a la ciudad para el inicio de sus estudios secundarios.
Pero antes de esto, y siendo un adolescente todavía (casi un niño), uno de los profesores más queridos de Marcos (poeta y literato) descubre la sensibilidad artística de su alumno, y el paciente maestro, desde entonces, se propone encaminar a su estudiante en el conocimiento de la métrica española, le obsequia libros, le anima, le corrige, le aplaude, y, con inusitado entusiasmo, le guía en todo.
Realiza Marcos sus estudios secundarios en el área de las finanzas y el comercio, graduándose a los 22 años en contabilidad y administración, profesión a la que luego ha de dedicarse exitosamente.
A la par de su inclinación literaria, y desde muy joven, se fue desarrollando en Marcos, con paralela pasión, un marcado gusto por la música, especialmente por el canto (aunque también incursionaría más tarde en la composición), y ya desde muy temprana edad realiza Marcos estudios pertinentes a la educación de su voz de tenor, y a los de la teoría musical.
En 1967, ya casado, y con una hija, Marcos emigra a los Estados Unidos; y en tanto logra casi de inmediato abrirse paso en su profesión, realiza estudios superiores en el vecino país, obteniendo un bachillerato universitario en la carrera comercial (St. Thomas University, Miami, 1975), una maestría en estudios religiosos (Barry University, Miami, 1988), y, finalmente, un doctorado en Ministerio Pastoral (Graduate Theological Foundation, Indiana, 2002).
UNA NOCHE DE INSOMNIO
Una noche de insomnio, entristecido,
le habló mi corazón a mi conciencia;
murmuraba ─le oí─ sobre la ausencia
de algo valioso que se le ha perdido.
─Mis amores de ayer, ¿adónde han ido?,
¿adónde mi placer, mi complacencia?,
si el olvido merezco por sentencia,
al menos di por qué lo he merecido.
Y mi conciencia replicole airada:
─Acaso has dado tú lo que reclamas
sin el asomo vil del egoísmo?
Dar el amor es darlo sin que nada
a cambio exijas del amor que inflamas,
en olvido espontáneo de sí mismo.
AL COMENZAR EL AÑ0
Desde hace tiempo, al comenzar el año,
miro hacia atrás, como a pasar revista,
y en una larga y minuciosa lista
que con el tiempo aumenta de tamaño,
marcando voy, sin miedo y sin engaño,
lo que a juzgar por un perfeccionista
puede haber sido un logro, una conquista,
o haber sido un revés burdo y extraño.
Me premio o me castigo justamente
por todo lo alcanzado o lo fallido
durante el año que acabó ligero.
Vuelvo a listar entonces lo pendiente
─aquello de la lista no cumplido─
hasta que vuelve a sorprenderme enero.
REGRESARÍA
No puede mi nostálgica existencia
de sí encontrar razón sin la esperanza,
su término entender sin la mudanza,
ni el alma concebir sin trascendencia.
Yo siento el gran vacío de la ausencia
de un bien que yo percibo en lontananza,
y un raro sentimiento de añoranza
que llega hasta el umbral de nuestra esencia.
Y en esa reflexión esperanzada
estoy como el que espera una llamada
que nunca de esperarla dejaría.
Presiento el devenir como el regreso
al seno del hogar al que, confieso,
sin miedo ni pesar regresaría.