Mario Aguilar Benítez
Biografia
Caballeros de Visita
Dedicado a R.T.
Hace 28 años te vi por última vez y no habías cambiado
Esa mañana que paseabas por los corredores sépticos
Del hospital donde yacía tu hija, sueño y conciencia
Y parecías un Quijote de antaño vestido para la visita.
Y los molinos te cimbreaban en la lontananza del pasado
Esa voz que habías escuchado antes y que te decía 'arriésgate'
Pues una hija es una hija y los que llegaron pitucos solo aire
Mientras que con todo tus desastres contemplabas a otro desastre.
Y ahí estuvo la posibilidad, el de años de poder saludarse ahí
Y nunca pasó pues los caballeros de visita se miraron solamente
Y claro el silencio rondó hasta que tú decidiste atacar la puerta
Y tomar la delantera seguido por el más joven que iba hacia la popa.
Me pregunto si te diste cuenta que hacíamos historia y desafío,
Me pregunto si te diste cuenta que al salir de tu historia ida
Entrabas hacia el tiempo del secreto, de la subversión, de quem,
De la partícula diminuta y de las posibilidades ecuacionales, sí.
Y al dar la mano al pasado te conjuraste a la ronda transversa
En que los tres unicornios comenzaban a girar sobre un pasado
Que se convertía en otro tiempo, otro espacio, otra guerra, una,
Quizás la última librada por los caballeros como tú antes de poder.
Y así fue que me alegré de verte, que me emocioné de tu voz,
Así fue como las galaxias en conexión ya no fueron las mismas
Pues los caballeros del pensionado transaron su honra por ella
Y me temo que el futuro no será igual, será un tesoro misterioso.
Y al despedirnos fuiste al tráfico urbano sin darte cuenta ya
Que el espacio no era y el tiempo se había ido, salvo por algo,
Ya no había una configuración maligna salida del norte sin ton,
Habías llevado tu honra a tus palabras y finalmente tu hija sonreía.
A Mario Benedetti
17/05/09
Pastelones sudados y pisos carcomidos fueron allí
Y mientras recorría el pavoroso lugar de la Grimaldi
Encontré tus versos en el mural, tus palabras llevadas allí
Tu sentimiento por lo que pasó tantos veces y no paró.
Aunque lo quisieron, aunque lo pudieron, aunque no pasó
Y con tu bigote grueso representaste la poesía del miedo
Esas gaviotas alzadas que como tú debieron partir al exilio
Debieron partir como tú a otra patria, a otra ciudad, allí.
Y Mario, tocayo, me inspiraste, me diste la posibilidad
Dentro de la imposibilidad de recordar el palacio de la risa
Cuando te escuché y supe que los mundos están llenos de memoria
Y las cabezas llenas de olvidos, sobre todo las de los no-poetas.
Y el golpe del 73' afectó no solo tu vida, que siguió bravía
Sino que estuviste 10 años lejos de Luz por la persecución
Y supiste reenviar los co