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Pedro Blas JULIO ROMERO
Nacionalidad:
Colombia
E-mail:
Biografia
FESTÌN EN VELORIOS DE NEGROS-
DípticoII

Con Bibiana Vélez paleta suya de pintora
donde van regados testículos de hiena riéndose
con glandes de plumífero flamingo por estamparnos la delicia guaguancò
Desde entonces me inquieta Maceito atisbándole a una mujer un “caminao”
como el del cangrejo ese “caminao”
Bibiana negra blanca circunferoidal bomba y plena
Que nunca cojas huevo de lagartija con las manos
Bibiana Vélez a prisma de sonera das textura
Revoloteo de amasise bailado en la canalla tu pincel redondea
El de ella poderoso pincel al cabo de la calle
tamboril colorina ella deslizándose
que erogenando redondeces brinca
Est con espiritu tuo Mientras lancinas desde ombligo tuyo
Bibiana nuestra va y gira con nuestra amada terraquea globa
por su cintura mundo
Siendo anal boca arriba tu
Siempre dura
Entelequia alguna en absoluto llegaran a sostener nunca tus manos,
arañar y solo apriete ellas
Tu dando ombligo de horas pendulares
Cuando yo me la pasaba era de lazos con la canciòn del viejo ciego Julián Machado
Corozos sus pezones ojos negros los de una Goya Bibiana Vélez dulzaina lubrica
Cuando mañana con otro albo volcada quedas
rezamos con los maricas il nomines patri de lo Beato Michaelo Archangelo
Y como lucen tus manos de agarradora
Has nacido para con ellas solo agarrar
Beato Joane Batistae
Blanca negra Bibiana Vélez Bailándonos la camándula la completa en percutires
Corozos los pezones ojos negros los de una Goya Bibiana Vélez dulzaina lubrica
Así quedas volcada a lo tuyo
Dándonos viñedo dorsal de tus redondeces
Al lado de negras rezanderas en baile de negras una blanca negra Bibiana Vélez balbuceante de réquiem
Mi acogedora frutal de pezonas y salivas
Mareta abajo acompañándonos aquella mujer de beisbolistas
Que mareta abajo una seminal Goya nos acompaña
Maracas y clarinete echo bebida sobre luctuosa canoa
Manteca de tibia de cristiano malo
Yo entre tanto debo andar con su silbo de pescado hembra
su ombligo de llamas por los islotes
y no llegas a encontrarte frente a otra cosa que esta lujuria de luna
Luctuosa canoa a clarinete bebido las canoas llenas de maricas plañideras
Que nunca cojas huevo de lagartija con las manos
O de lo contrario no llega a pararte en las manos loza alguna
Aunque aquí se hallan todos los difuntos negros hechos santos bailones
Con Maceito ritmo cangrejo pa’lante y pa’tràs
Tus carnes tamborales
Tus bocas, tus tantas bocas tus leches
Cuando tu pícaro sonreír clitoriano negra viene es de avernos de caverna tuya
Esa pulposa vida carnosa tumbeante coito
De donde salimos y nos matas
Dándonos muerte con tu mordisqueadora seminal gruta
Por fallida intentona regresar a ti amor
Hasta se acercan canoas a un prendido luctuoso
ellas en güiro
rumbo a velorios con plañideras hombres en aretes y labios pintados
Réquiem cantis pax Kirie Eleison Kirie Eleison Confíteor deo omnipotente
Sed ya sin manantial del alhambra sed tendrán ya las estrellas
Pájaro guacabò avisa
así para entonces ya aquel dicharachero bobo de la tienda pronto será cadáver
Viene a ser Bibiana Vélez una náyade Goya mujer de beisbolistas
Junto a nosotros en los festines a difuntos
Bibiana Vélez mujer del cacique Karex
sacando ella de noche procesión y cabildo bailado para exigentes roneros muertos
Bibiana Vélez blanca negra reina de Cabildo Indio Cabildo negro en isla Bocachica
reina de los cabildos nocturnos cantados en tambor de palitreo
cabildo en Cerro Popa de Bocachica isla de cacique Karex
reina negra blanca Bibiana Vélez de los cabildos de la campana

Pedro Blas

PLAZA DE LA SANTISIMA TRINIDAD

Temprano por su esquina el negro Padilla su aparato melodioso
bien temprano este ha encendido
sea llama lustral mía
maracas de un muerto Nigeriano aquí
suelen pertenecer y saliendo de un Rey del Baile y del Tambor
de Monarquía Conga él
siendo cuando aquí con nosotros le tenemos
se esmera uno en que
el ron no le falte
trae bailoteo que le destella blusones suyos collares de mujeriego
que de enrojecida ropa anda
La candela es suya
Pertenece a nuestro dios bailarín mujeriego y bebedor la candela.
Cuando con esquina de iglesia de Plaza mi sagrada Ceiba Oroko por donde éste rey de tambores y baile baja
Entretanto a mi la vida llegadora para mi cual fogonazo en flauta de un Jhany Pacheco
En el Bronx le dicen Jhani no Jhony sino Jhany you stand my brothar?,
suena mucho más lindo suena a jugo de caña
No sé, yo voy entrando a una casa eternamente en llamas la de Marcela
la de fragancia mar
a pulpa de caracol como la cosa de Marcela
la de la flauta de Jhany,Jhany Pacheco
siempre a todo momento en llamas Cuando quien sólo puede aliviarla
dándole mucho más candela viene a ser es dios Changó

Marcela llegan a llamarse todas las mujeres nacidas en un veinticinco de Marzo
la de la flauta de Fajardo
acomoda Marcela lo de empinarse una pachanga empezada
mirándonos a ras de hombro,empinada,subiéndose ella sus sayas
que lamiéndole su gluteado una conga va
a Marcela melodiosa conga lamiéndole a ésa
la emanada Marcela de una flauta de Jhany ,
Siempre voy a estar aqui con mi flauta
en rugido de llamas flauta mía, la dadora en esta misa mía yoruba acuyuyé,
cuando de música se ha templado Plaza de picó escaparate de música gigante
la del negro Padilla esquinado.
Tito Rodríguez tráenos aquella delicia de los infiernos
saxofonía de la candela de un italiano brujo Presel
Oh clave mía Sábado Plaza que enronarme sabes
Eres un piano;
Pablo Rodríguez Rosado préstanos tu bongosero
o tu pianista de eslabón diamantino
que sobre esas teclas oh Plaza mía viérteme holganza briseada
Vine a ser tahúr de atrio de tu iglesia entre las virtudes de la mal
Con mi niñez trazando la jugada
Tierno aprendiz del crimen
criándome entre abogados carroñeros,
yo resuelto a la fiera contienda de la vida,
y regándoles este sacristán rapavelas de ellos otra vez la cocinada agua de caña Yo que siempre he sido en misa de Timba de Cortijo sacristán rapavelas de sacerdocio suyo.
Plaza Piano que en los Sábados una candela le cruje.
Siendo que ron les acerco
también de proporcionarles humo voy
con lo bien de a machuca de a tabacoHabana índole,
por regarles cerveza a fin no les dé sed nunca
ante todo a Supremo sacerdocio del Son San “Maelo”
no quiero piedra en mi camino Belén Vete a buscar tu destino,
Vine a ser Plaza mía,tahúr de atrio de tu iglesia
diestro a las virtudes de la mal
con mi niñez trazando la jugada
tierno aprendiz del crimen, criándome entre abogados carroñeros
Resuelto a la fiera contienda de la vida.

Pedro Blas


Reseña biográfica
PEDRO BLAS JULIO ROMERO


Cartagena Colombia,
A los 8 años ganó su primer premio con un poema y un dibujo, alentado por la erudición de su tío Pedro Florez, e inspirado en la vida febril de Getsemaní, el antiguo barrio cartagenero de esclavos negros que le vio nacer, un 30 de enero de 1949. Hijo único de Inés Romero, negra descendiente de dominicanos, y Clemente Julio, capitçan de barco. Pedro Blas habría de conocer muy pronto el dolor de la discriminación: Aunque plebeyo yo era sacristán, dizque para pagar la pena/ de ser hijo natural./Eran esos tiempos de mi barrio Getsemaní/ todavía de barro caliente y negro/. Esa discriminación social y racial será la gran bestia contra la cual partirá todas sus lanzas este poeta-guerrero. Antes de terminar la secundaria, y después de prestar el servicio militar, desde cuyos calabozos publicaría sus célebres Cartas del soldado desconocido [1971], se embarcó en el primero de tres períodos de navegación por mar, cambiando la enseñanza de tiza y tablero por la Rosa de los Vientos, única curación posible de su sed de espacios abiertos. Es en estos largos viajes por el desierto que el poeta se nutrirá de toda la cultura de su tiempo, inscribiéndose en las grandes corrientes filosóficas y artísticas como el existencialismo sartreano y el surrealismo de Breton. En su patria, el poeta siente de inmediato el llamado del Nadaísmo, con Jaime Jaramillo Escobar como su gurú y editor. El 1988 publica Poemas de la Calle Lomba en donde estampa en 24 poemas los personajes, los lugares y las historias de su Gimaní entrañable: Colonos bíblicos lo bendijeron en huerto/ pero era Isla,/poema y lodo,/ lodo fuerte antediluviano. En el mismo año del último de sus periplos marineros, 1993, conquista el Premio Nacional de Poesía con el poemario Rumbos, cuya edición se malogró en manos de la burocracia. Reconocido y amado por miles de cartageneros con quienes se cruza todos los días en las calles –aunque ignorado por críticos y editores-, Pedro Blas Julio Romero, albatros torpe en tierra, siempre está de paso, esperando su retorno al mar. En un desordenado nido de papeles y entre miles de versos que pugnan por salir a la luz, hay otros tres libros en preparación, quizá los más importantes: Poemas de navegación, que recoge su gran aventura marinera; Poesía negra, acompañado de tambores yoruba; y Poesía sin tiempo, con cantos a Poe, Miller, Vallejo y Artaud, entre otros.

pedroblas49@yahoo.com

 

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